Encuentro IV
Perspectiva Histórica de la dirección y Supervisión
En los últimos años, la supervisión educativa ha cambiado radicalmente, pasando de cumplir meras funciones tradicionales de control y fiscalización, a constituirse como una herramienta de ayuda para mejorar la calidad del proceso enseñanzaaprendizaje. En cuanto al sistema educativo, si bien este tiene grandes falencias, la supervisión educativa se ha comenzado a aplicar de una manera constructiva, convirtiéndose en una pieza fundamental en los procesos de reforma que actualmente se intentan incorporar en pro de la mejora.Tradicionalmente, los supervisores en educación, desde el contexto nacional, como en muchos otros casos a nivel latinoamericano y demás regiones del mundo, han venido desempeñándose solamente desde un enfoque fiscalizador, inspector y casi autocrático. Los nuevos cambios a nivel mundial, y la globalización, exigen de los sistemas educativos en general, y del hondureño, en particular, una profesionalización tanto de los procesos como del producto, que en el caso de la educación son los estudiantes, por lo que también se espera, implícita o explícitamente un cambio en cada uno de los actores de este gran escenario educativo.
Cabe mencionar aquí una idea que plantea Fullan (2002), citando a Miles (1964:1-2): “Una voz solitaria, no escuchada, señalaba quedamente el problema: Se ha empleado una extensa gama de estrategias: polémicas, manipulativas, tecnológicas, basadas en el prestigio, experimentales, morales. Pero el aspecto dominante... tiende a estar en el contenido de los cambios deseados, antes que en... los procesos de cambio”.
En ese sentido, la misma ha comenzado a dar algunos pasos en la innovación de los procesos de supervisión. Hoy en día, hablar de supervisión “a secas” resulta en ocasiones inoportuno, si esta no cumple un papel de acompañamiento dirigido a los docentes, quienes al final son los que toman la iniciativa o no de implementar los cambios propuestos. En 2007surge el Sistema Nacional de Supervisión Educativa
Sistematización de experiencias como praxis de Julio Valdez
Para Valdez es describir una experiencia que suponemos tiene fundamento andragógico. Es el camino para lograr la licenciatura en educación en el Centro de Experimentación para el Aprendizaje Permanente (CEPAP), de la Universidad Simón Rodríguez, que ya nombramos al principio.Hablamos de una experiencia institucional que cuenta ya con más de treinta años de existencia, y es el lugar de trabajo de quien esto escribe. Se concibe como un proceso andragógico, de carácter innovativo. No parte de un diseño curricular preestablecido, sino que comprende pautas formativas inscritas en el método de proyectos y la sistematización de experiencias de aprendizaje.
El CEPAP asume la vivencia consciente e intencional de las personas como fuente de conocimiento, validada en diversos contextos, y expresada formal y rigurosamente en informes y perfiles, con pertinencia institucional y comunitaria. Por otra parte, cada persona recorre distintas fases del proceso de conocimiento, desde lo descriptivo, pasando por la interpretación crítica, esbozando o afianzando propuestas de teorización.
Hemos dicho que el CEPAP intenta formar en y desde la vivencia. No obstante, suponemos que la vivencia en sí no tiene forma, es un perpetuo fluir en todas direcciones, involucrando todas las dimensiones posibles. La vivencia es personal, y a la vez compartida con otros seres. Pero también es cierto que cotidianamente estamos relatando nuestras vivencias, o parte de ellas. Entonces, parece algo natural manifestar las vivencias en discursos, para efectos de comunicación. No obstante, ese proceso de construir discursos con otros (acción comunicacional) no es algo ajeno a la vivencia, sino parte de ella. Y podríamos ser más claros si suponemos que el acto de construir discursos, con otras personas, forma parte también de una vivencia.
Construir los relatos de vida implica en si mismo un ejercicio profundo de autocrítica, un mirarse de muchos modos, un analizar con profundidad las relaciones vitales desde lo más cercano hasta lo más global. Es decir, se trata de movilizar la consciencia desde lo personal-familiar y pasando por lo comunitario, lo local, lo nacional, lo regional, y lo mundial. También implica reorganizar ese sistema de relaciones hacia el futuro, valorizando nuestro papel protagónico.
Por otra parte, escribir la autobiografía es una reinterpretación actualizada de lo que hemos sido y de lo que hemos hecho. Al ponerla en el papel, estamos creando un documento, que luego ha de ser público. Los avances, y el producto final, son expresados, conversados y aún discutidos en las comunidades de aprendizaje. Es frecuente que se cree un clima de simpatías recíprocas, y de identificación interpersonal, por lo que pueda verse como similitudes en las vivencias de uno y de otro. Aquí, como ya dijimos antes, surgen momentos de risas, lágrimas y otras emociones convergentes.
Sistematización según Oscar Jara
A partir de la propia práctica significa que hay que partir de lo que hacemos, sentimos y lo que pensamos. No se puede sistematizar algo no vivido. Puede sistematizar quien ha formado parte de la experiencia. Es decir que para que la sistematización sea real y efectiva debe efectuarse poniendo en movimiento a los propios actores.Toda experiencia que se piense sistematizar es un proceso que ha transcurrido en el tiempo y es preciso tomar en cuenta que en ese trayecto se han realizado muchas y diferentes cosas. Esto no significa que se debe concluir la experiencia para sistematizarla, porque la sistematización debe hacerse para ir alimentando la práctica.
Esto implica que, al realizarse la experiencia, es útil determinar, de inicio, para qué queremos sistematizar, forma y medios para hacer registros, y reflexionar, organizar y determinar conclusiones sobre cada etapa para retroalimentar el proceso.
Tener un diagnóstico de inicio (Diagnóstico de necesidades de Capacitación, prueba de entrada), contar con una propuesta estratégica (Plan de Formación), tener claridad en lo que se pretende hacer, es decir contar con objetivos, metas, estrategias (Programa de Formación en Servicio) ayuda al proceso de la sistematización.
¿Para qué queremos sistematizar? (Definir el objetivo de la sistematización) Permite definir, de manera clara y concreta, el sentido, la utilidad, el producto o el resultado que esperamos obtener de la sistematización. Podemos tomar como referencia tres grandes parámetros: “para comprender y mejorar nuestra propia práctica”, “para extraer sus enseñanzas y compartirlas”, “para que sirva de base a la teorización y generalización”, etc.
¿Qué experiencia(s) queremos sistematizar? (Delimitar el objeto por sistematizar) Es necesario escoger la o las experiencias concretas que se van a sistematizar, claramente determinadas en lugar y tiempo.
Los criterios para escogerlas y delimitarlas dependerán del objetivo de la sistematización, de la consistencia de las experiencias, de los participantes en el proceso, del contexto en que se dieron las experiencias, etc.
¿Qué aspectos centrales de esa(s) experiencia(s) nos interesa sistematizar? (Precisar un eje de sistematización) Aun teniendo un objetivo y un objeto por sistematizar, es necesario precisar más el enfoque de la sistematización para no dispersarse. Un eje de sistematización es como un hilo conductor que atraviesa la experiencia y está referido a los aspectos centrales de ella. Es como una columna vertebral que nos comunica con toda la experiencia con una óptica específica.
Reconstruir la historia: Se trata de tener una visión global y cronológica de los principales acontecimientos que sucedieron durante la experiencia. Aquí es indispensable recurrir a los registros. La reconstrucción puede hacerse elaborando una cronología, un gráfico, un cuento, una narración u otro medio.
Los hechos o acontecimientos que se reconstruyan no sólo son descriptivos, sino que deben dejar constancia de las diferentes interpretaciones que dan sus protagonistas. Es importante incorporar en esta reconstrucción los acontecimientos del contexto relacionados con la experiencia.
Ordenar y clasificar la información: Teniendo como base la visión general del proceso vivido, se ubican los distintos componentes de este proceso. El eje de sistematización nos da pautas respecto a qué componentes tomar en cuenta.
Para esta tarea es útil tener una guía de ordenamiento, un cuadro o una lista de preguntas que permitan articular el trabajo. El ordenamiento y la clasificación de la información deben permitir reconstruir, en forma precisa, los diferentes aspectos de la experiencia, vista como un proceso. Se deben tomar en cuenta las acciones, los resultados, las intenciones y las opiniones, tanto de quienes promueven la experiencia como de quienes participan en ella.
Dirección y supervisión comparada
Historia del Proceso Educativo
como sabemos la educación va de la mano con la evolución del ser humano, ya que todas las sociedades por más primitivas que sean se apoyan en la enseñanza. Podríamos asegurar que la educación asume su origen en las comunidades primitivas y el punto de referencia lo encontramos cuando el ser humano pasa de vivir un estilo de vida nómada a establecerse y ser sedentario; donde ya se beneficia de sus primeras labores, como la caza y la pesca, la agricultura y la recolección de sus alimentos y sobre todo de su supervivencia.Alcanzaríamos a decir entonces, que La Pedagogía aparece en el momento en que se depuran técnicas y métodos, con el objeto de tener y aprovechar mejor el conocimiento, así como una herramienta para reflexionar los hechos educativos que cada momento histórico requiere.
Luis Beltran Prieto Figueroa en Cuanto a la supervisión educativa
Durante el siglo XX en Venezuela el principal gestor de un pensamiento filosófico educativo fue el maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa. En el Proyecto de Ley Orgánica de Educación Nacional (1948), en la exposición de motivos, planteó los principios de la filosofía educativa con el nombre de HUMANISMO DEMOCRÁTICO que sirvieron de base a su pensamiento. A partir de 1999, con la Educación Bolivariana se retoma su pensamiento entre los postulados filosóficos, por eso nos detendremos en su análisis para determinar el alcance ideológico en la educación actual. En segundo lugar, hacemos un análisis de los resultados de la política de inclusión del proyecto educativo bolivariano inspirado en las ideas de Prieto Figueroa, en particular, la tesis de una educación de castas a una educación de masas. Y finalmente, recordamos que el maestro Prieto Figueroa apostó por un proyecto político que siendo socialista y democrático no dejaba de ser plural; hoy, cuando se discuten los lineamientos del socialismo del siglo XXI, debemos recordar su legado.
Perspectiva Historiográfica
La historia no tiene más remedio que seguir la tendencia a la especialización que tiene cualquier disciplina científica. El conocimiento de todaInstrumental
es epistemológicamente imposible, aunque el esfuerzo de un conocimiento transversal, humanístico, de todas las partes de la historia, es exigible a quien verdaderamente quiera tener una visión correcta del pasado.
Así pues la historia debe segmentarse no sólo porque el punto de vista del historiador esté contaminado de subjetividad e ideología, como habíamos visto, sino porque necesariamente debe optar por un punto de vista, al igual que un científico, si quiere observar su objeto, debe optar por utilizar un telescopio o un microscopio (o, de forma menos grosera, qué tipo de lente va a aplicar). Con el punto de vista se determina la selección de la parte de la realidad histórica que se toma como objeto, y que sin duda dará tanta información sobre el objeto estudiado como sobre las motivaciones del historiador que estudia. Esa visión sesgada puede ser inconsciente o consciente, asumida con más o menos cinismo por el historiador, y es distinta para cada época, para cada nacionalidad, religión, clase o ámbito en el que el historiador quiera situarse.
La inevitable pérdida que supone la segmentación, se compensa con la confianza en que otros historiadores harán otras selecciones, siempre sesgadas, que deben complementarse.
sistematización por Paulo Freire
Comenzamos retomando el ejercicio individual que habíamos planteado en la jornada anterior, a partir del cual se propuso valorar nuestra práctica y reconocer algún aprendizaje significativo de ella. Para ello se había solicitado a cada participante que (a) identifique alguna experiencia personal donde sintió que tuvo algún aprendizaje significativo; (b) reconstruir la historia de la experiencia; y (c) procure explicitar por qué fue una experiencia significativa y cuáles fueron los aprendizajes de la misma.
Tuvimos tres valientes que se animaron a ‘romper el hielo’ y comentar sus experiencias y aprendizajes. A partir de los relatos descubrimos la importancia de ‘repensar la práctica’, para así crear la posibilidad de aprender de ella, destacando que es posible lograr estos aprendizajes sólo en la medida que premeditadamente nos disponíamos a reflexionar sobre la intervención o experiencia. También valoramos la importancia, y las dificultades que conlleva el hecho de convertir estos aprendizajes individuales en ‘lecciones aprendidas’ y ‘comunicables’ a otros que no vivieron la experiencia. Dicho de otra manera, resaltamos la necesidad de prestar atención no sólo al conocimiento nuevo que se produce desde la acción, sino también a cómo comunicamos y compartimos ese conocimiento para que sirva a otros.
El ejercicio individual fue simplemente un punto de partida, una suerte de introducción a uno de los ejes centrales de la sistematización, esto es: la producción de conocimiento desde la práctica. En esta línea, luego nos preguntamos ¿qué significa que las experiencias se constituyen en la base de nuestro aprendizaje?, ¿qué tipo de conocimiento interesa?, ¿qué tipo de aprendizaje?.
Reflexionamos en torno a ello, concluimos sobre la importancia del aprendizaje que denominamos ‘significativo’. Siguiendo a David Ausubel (1963), caracterizamos al aprendizaje significativo como aquel tipo de aprendizaje relacional, donde una persona apropia conocimiento y le da sentido a partir de sus propias experiencias en situaciones reales, logrando de esta forma que el aprendizaje sea resultado de su propio razonamiento en relación y en conjunto con otros.
Pero más allá de los conceptos, acordamos que el tipo de aprendizajes que nos interesa en sistematización debe reunir, al menos los siguientes elementos.
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